sábado, 13 de junio de 2009

Yo soy un poco de esto.

Me encantan los lugares llenos de gente, cuando hay poca, a pesar de lo que parezca, me siento intimidada porque soy muy observadora y mirona, pero detesto que me analicen. Cuando alguien me mira ya siento que hice algo mal, como que se me rompió el cierre del pantalón o me manché la remera.
Soy una chica particular, vendo una personalidad que no es completamente mía, porque puedo ser la más sumisa y tolerante ante un idiota o explotar de furia incontenible en situaciones estúpidas (como por ejemplo que Willy no me deje en paz). Tengo miedo a todo y soy muy inconstante, y vaga, pero tengo la facultad de tapar todo esto con un disfraz de mujer “fuerte” que termina dándome dolor de cabezas y muchas ganas de llorar. Llevo años intentando mostrarme tal cual soy, débil y sensible, pero aún así sigo mintiendo de vez en cuando.
Le tengo demasiado miedo a mis flaquezas, el mismo que a mi propio cuerpo, a las dietas que siempre empiezo los lunes preparando gelatina que solo va a criar hongos.
De todas maneras estoy empezando a aceptar mi fragilidad, que de todos modos todavía duerme en un sillón del living. Prefiero a Juana, mi perra, que aunque es un poco malhumorada “pero a la noche sabe abrigarme bien los pies”.
No me gusta hablar de mí misma porque siento que estoy faltando el respeto a mi voto de humildad (no sería la primera ni la última que lo hiciera, ya lo se), que de hecho jamás tomé. La mayoría del tiempo me siento un ser insoportable que sus afectos bancan por alguna razón desconocida y sin sentido, aunque se (o espero) que eso tiene que ver con mi autoestima de subsuelo.
Si pudiera elegir mi vida primero desearía ser flaca, por sobre todas las cosas. Después tener una familia, ser talentosa y vivir de lo que me guste, viajando por el mundo. No me gusta ni la fama ni el estrellato, pero me gusta dar mi visión de todo a todos (sisi, ya se, se nota jajaja). Me gustaría encontrar a ESE compañero con el que pueda discutir y arreglarme con besos y abrazos. Que crezca conmigo por un camino similar. También tengo mi costado “Susanita”. Quiero ser madre de tres hijos, a los que le daría la misma educación liberal que me dieron mis viejos y también sería muy egoísta y los haría crecer muy cerca de todo lo que tiene que ver con el arte.

Por ahora soy esto, si se me ocurre, seguiré contando... O no!

2 comentarios:

Alan dijo...

Hoy leí tu costado sensible :). A mí también me pasa lo de mostrar un lado que no es el mío, tampoco es que quiera hacer eso, solo se da.
Simpática eres.

corey dijo...

que va, regresamos a leer un dia mas, gracias por la visita porcierto.

a mi me fascina viajar solo, a lugares desconocidos y nuevos, encuentro un placer extraño en no ser conocido, en que nadie me hable y en no conocer nada ni a nadie. es como ser invisible, o cuando estoy demasiado mareado (emocionalmente) salir a caminar por las avenidas mas mas mas transitadas, por las que hasta al aire le cuesta abrirse paso.

que reconfortante es leer que a mas gente le pasan cosas parecidas (a mi me parecio similar)
esperare tu proximo post, hasta entonces...
T.S.S. Corey

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