martes, 23 de febrero de 2010

Sueño momentaneo

¿Sabés qué es lo peor de él? Que me siga insipirando, que todavía me queden ganas de escribirle. Fue el más duro, el más difícil… Nunca nada tan jodido como su “Ley del hielo”. Pero sí, humana y bien boluda, siempre su silencio para mí fue lo más seductor del mundo. Era misterioso, ¿viste?
No me animaba nunca a preguntarle nada, ni a sacar temas comprometidos, porque sus respuestas, obviamente, eran tan retorcidas como su cabeza, de hecho por eso nunca llegué a estar segura de quién era la persona que tenía al lado… ni siquiera llegué a estar segura de tenerlo al lado mío. Yo no le exigía mucho, vos que lo viste lo sabés. Era un poco de cariño y también algo que me diera a entender si mi amor para él era bueno, suficiente o sobraba. Pero si ni él tenía bien claro qué quería, porque era más complicado que un rompecabezas, solo que también era inteligente y manipulador, disfrazarse de chico seguro y con las cosas claras no le costaba. Igual, ¿de qué lo voy a culpar a él? La que se imaginó amor fui yo, la felicidad o el dolor que me provocaba eran de cartón, y solo mías, no porque yo no valiera la pena, sino porque él jamás supo sentir nada, te lo aseguro. Pero yo lamentablemente caí en eso que tiene él, tan fascinante, y ya no me supe manejar más. A veces entendía, me daba cuenta de la situación y trataba de frenarme a mí misma, pero ahí él aflojaba y yo ¿qué podía hacer? Era como un círculo vicioso y él el rey de la histeria… aparecía, desaparecía, iba y venía; en fin, me tenía como quería. Porque siempre me tiraba una puntita y de repente se asustaba, pero eso a mí me daba como un envión y me esperanzaba “esto un día va a cambiar”. Y un día te invita a algún lado y te da un abrazo cuando te morías porque te comiera la boca… y por fin, por fin yo me enojaba, lo odiaba, lo quería matar, no lo quería ver más hasta que de repente me agarraba de la mano y me decía algo lindo. Y ahí de nuevo al círculo vicioso. Y al final qué es lo que tenía que hacer yo? Si lo dejo tranquilo, porque nunca presioné… ahora si se me llegara a ocurrir hablar de “compromiso, pero en serio” salía corriendo. No hay forma, SIEMPRE va a hacer sin el pan y sin la torta para mí.
Igual viste que cuando pasan estas cosas siempre te quedan momentos guardados ahí, en la memoria. Yo también tengo recuerdos de él ¡Sí, un montón de recuerdos! Me acuerdo de todos esos sueños que yo tenía con él… y la facilidad con la que me los pinchaba. De las ganas de verlo que tenía… y como me daba cuenta de que se había vuelto obsesión. De lo linda que era su sonrisa para las fotos… y ver que tenía fotos con cualquiera, menos conmigo. De la desilusión, la confusión, el odio, la bronca que sentía cada vez que lo veía. La verdad es que nunca me entiendo, pero él fue el summum del desconcierto. ¿Me explicás por favor qué es lo que me gustaba tanto de él?
En fin, yo lo único que te quería aclarar a vos, y en realidad a mí misma, es que yo estoy tranquila. Yo hice todo lo que pude por él, fui la mejor compañera y traté de pelearla, y aunque creía que era la ciega, la que se engañaba, no fue así. Yo solo fui yo misma y queriéndolo lo quise y nada más. El ciego, el que salió perdiendo fue él, te lo aseguro.

sábado, 20 de febrero de 2010

Certeza

El otro día te dije que de vos había solo una cosa que podía considerar defecto, y era que siempre volvieras. Pero también te dije que era un defecto compartido, así que un 50% tenía que ver directamente conmigo, porque aunque vos fueras el que venía de nuevo, era yo la que te dejaba pasar. Ya que estamos charlando y la conversación se desvió hacia este tema te quería comentar, avisarte pero sobretodo avisarme...
Siempre me retaste por mi inseguridad, me dijiste que a veces dudás de mi inteligencia, porque vivo dudando y tirándome abajo. Quizás gracias a vos, quizás gracias a mi maduración personal, hay un par de cosas sobre mí que ya no dudo. Te las digo con toda la seguridad del mundo, y de hecho era el punto de todo esto que te estoy diciendo: ni se te ocurra intentar volver, porque te aseguro que esta vez no te lo voy a permitir. Me quiero poco, pero en el fondo me quiero, a mí y a mi salud mental. Vos fuiste el que provocó esto y por vos es que se acabó. Se acabó todo, pero lo más importante, se acabó mi paciencia. Espero que nos sirva a los dos, pero la verdad es que tu persona ya me importa bastante poco, supongo que tiene que ver con el hecho de que yo jamás te importé, aunque muchas veces me la hiciste creer. Sigo pensando que vos y tu ego son demasiado grandes como para que entre alguien más, y yo desde el principio me tendría que haber dado cuenta de que tampoco me lo ibas a permitir.
Contrariamente a lo que te dije una y mil veces no te odio, quizás hasta me vino bien haberte conocido y haber experimentado esto. Estoy segura de que gracias a vos en el futuro voy a poder reconocer un poco más facilmente a los idiotas sin remedio, y debería agradecerte por eso, pero no, creo que te devolví el favor durante todos estos años siendo como fui cuando vos muchas veces te mereciste lo peor.
El tema es que estoy cansada de conocer gente a la que le tengo que agradecer por enseñarme que en el mundo hay mucho pelotudo suelto, ya es hora de conocer a alguien que me demuestre que también hay gente que vale la pena. Quizás tengo que ser un poco más hija de puta, porque se ve que los hijos de puta atraen idiotas como yo que tratan de hacerlos felices. El problema es que yo no seré Teresa de Calcuta, pero hacer sufrir al prójimo no me divierte. Bueno, basta, ya fue mucho monólogo de mi parte, ahora te toca responderme. ¿Tenés algo que decir de mí?

Yo me pregunto...

Si ser buena, mala, sincera, mentirosa, puta, la más santa siempre va a dar lo mismo... lo mejor no es que empiece a ser yo y dejar de tratar de encasillarme?

[últimamente es todo dudas]

miércoles, 10 de febrero de 2010

Signos de pregunta

Hasta mi página personal me envía señales y yo cada vez más confundida, cada vez más enojada sin entender qué fueron todos estos meses. Me ayuda alguien, por favor?

martes, 2 de febrero de 2010

Hoy nos rescatamos



De izquierda a derecha: Tigre (Salta), Sabri (BsAs), Bren (BsAs), Larry (Cba), Nacho (Cba), Yo (BsAs), Juan (BsAs), Ro (BsAs), Maru (BsAs), Tomi (Cba)

Después de escribir sobre el viaje, cualquier cosa me parece poca para escribirla acá. Los quiero mucho, chicos!

Filossofiabarata's soundtrack