SEG: ¡Basta!
Macho se asusta, deja de hablar.
FUTERINA: Me estaba contando...
SEG: ¿No han terminado? ¿No terminarán alguna vez? ¿Nunca van a terminar? (Macho pedalea subrepticiamente a fin de alejarse. Futerina permanece inmóvil.) ¿De qué pueden hablar ustedes? ¿De qué puede hablarse todavía? (Toca el silbato. Entra Car.) Tirá estos triciclos y también, de paso, estas cosas que los pedalean.
Car se dirige a los triciclos.
MACHO: Da miedo recordar que se fue niño.
FUTERINA: Las lilas tuvieron la culpa, y es por ellas que estoy condenada.
Car los lleva fuera de la escena.
Pausa.
CAR (regresando): Los encerraré en el fondo. Para vos ya no hay más que sus sombras.
SEG: ¡Malditos! ¡Que no se mueran nunca! ¡Que sólo sueñen con caballos tuertos! (Pausa.) ¿Qué murmuraba la ramera?
CAR: Dijo que las lilas tuvieron la culpa.
SEG: ¿Y a mí qué? ¿Es esto todo?
CAR: No. Dijo que estaba condenada por las lilas.
SEG: ¿Qué dicen del sátiro los diarios?
CAR: Que murió.
SEG: Pero si me gustaba. Hasta recorté su foto. Era fácil advertir que tenía un alma rosa tirando hacia el azul más tierno. Imagino que al conocerme hubiera dicho palabras perfectas. Por ejemplo: "Amiga de agua, amiga del color de la ceniza..."
CAR: ¿Si cambiamos de tema?
SEG: ¿Qué cosa el sexo! Pura psiquis, nada sino psiquis. (Pedalea) Voy a dar la vuelta al mundo. Apartá los obstáculos. (Car lo hace). Esto sí que es vida. Pasearse en triciclo y luego colocarse en el centro del mundo.
CAR (en voz baja): Ya no existe el centro del mundo.
SEG: Necesito un triciclo más confortable, con biblioteca, heladera y ducha. Así podría irme a cualquier lado. A Córdoba, por ejemplo.
CAR: ¿Y por qué a Córdoba?
SEG: ¿Y por qué no a Córdoba?
CAR: No es el único lugar.
SEG: Es verdad. ¿Me querés decir qué haría yo en Córdoba?
CAR: Nada.
SEG: Tenés razón. Ya me harté de Córdoba. ¿Estoy en el centro?
CAR: Más o menos.
SEG:Siempre más o menos. Hemos comido el fruto del árbol del Más o Menos. Buscamos lo absoluto y no encontramos sino cosas.
CAR (fingiendo alegría): ¿Sabés que el sátiro dejó un ramo de cosas en su testamento?
SEG: No me interesan los sátiros. Además no existen.
[Alejandra Pizarnik - Poseídos entre las lilas]
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