Ella está por embarcar, quizás consiga un pasaje en la borda. Ella está por despegar ella se va. Ella viaja sin pagar el viejo truco de andar por la sombra. Ella baila sobre el mar, ella se va. Pasajera en trance, pasajera en tránsito perpetuo. Pasajera en trance transitando los lugares ciertos. Un amor real, es cómo dormir y estar despierto. Un amor real es como vivir en aeropuerto.
martes, 8 de diciembre de 2009
Para el hombre más lindo del mundo
Cómo escribirte una o mil palabras y acercarme aunque sea mínimamente a lo que fuiste, sos y serás para mí? Como escribirte cualquier cosa que ni las lágrimas son capaces de explicar? Cómo decirte lo que te voy a amar toda la vida ahora que no te tengo al lado para darte el abrazo más grande que pueda? Cómo aceptar que en estas fiestas que para mí no significan nada más que el hecho de estar con mi familia es una fiesta si no te tengo al lado dándome la mano y diciéndome siempre lo linda que soy? Cómo ser yo esa que todo se lo banca si tengo miedo de que la mujer más fuerte del mundo sienta demasiadas ganas de seguirte? Y es ahora, que lo pienso mejor, que me doy cuenta de cuál es la manera de lograr aunque sea una parte de todo esto, aunque no sea de forma completa. Escribirte de la misma manera que vos hace 60 años le escribiste a la abuela: desde lo más profundo de mi alma. Pero yo sin evitar errores de ortografía o de sintaxis, sin pensar en la estética, solo preocupándome por sacar todo esto que tengo adentro, que espero haberte logrado hacer llegar durante mis 18 años. Te amo con todo mi corazón y es más todavía lo mucho que te voy a extrañar. Gracias por todo lo que me diste como abuelo y como persona. Gracias por esos silencios tranquilos y por las palabras justas cada vez que las necesité escuchar. Gracias por las caricias más tiernas y los “te quiero” más lindos. Gracias por hacer feliz a la abuela y por haberme dado la familia más hermosa del mundo. Gracias por preocuparte, por quererme, por enseñarme. Gracias abuelo por haberme demostrado que el amor de verdad existe y que “hasta que la muerte nos separe” no es ninguna boludes. Nunca en mi vida me voy a olvidar de vos y así es como te voy a tener siempre conmigo. Vas a seguir siendo hasta el último día mi abuelo eterno, como siempre te pensé, porque cada vez que yo, con mis escasos 18 sienta que no doy más, voy a acordarme de vos y tus ganas de levantarte después de cada fracaso, por más profundo, por más terrible que fuera. Porque cuando me sienta sola voy a pensar en toda la familia que se que siempre me va a acompañar gracias a esos valores que VOS nos enseñaste, y que va a ser toda esa familia la que le haga el aguante siempre a la abuela. Porque en momentos como los que nosotros estamos viviendo (que ironía…) ahora, vos hubieras levantado la cabeza todavía un poco más, no por ser superior a la situación, sino porque lo tomarías como un reenvión y no como un freno. Y te doy a través de esta carta o lo que sea, que es lo poco que tengo para ofrecerte, un abrazo y te digo un “te amo” un poco más fuerte, para que no te olvides, para no olvidarme y para sentirte por última vez acá, un poquito más cerca.
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1 comentario:
Ouch, qué mierda...
Tenemos que volver a hablar.
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