domingo, 23 de mayo de 2010

Todo cambia... ella también.

http://filossofiabarata.blogspot.com/2009/03/todo-cambia-menos-ella.html

Aquel domingo no fue igual al resto de los domingos de su vida, por alguna razón que todavía no entendía no había logrado pegar un ojo en toda la noche. Lejos de arruinar su lunes, incomprensiblemente se siente más vital que nunca. Se levanta. Mira el baño de su pequeño departamento, aquella vieja mesa que tanto la deprime y el diario. Se maquilla, por primera vez en años se maquilla. No le importa para quién, no le importa que en el trabajo estén todos casados o no vayan a mirarla (se siente un cero a la izquierda). Se pinta para ella misma. Prende la televisión, hoy no va a leer el diario. Busca un noticiero, pero apenas le presta atención. El señor del tiempo anuncia un día soleado y cálido, a pesar de estar en pleno otoño. ¿Será el calentamiento global? Hoy no le importa, el calorcito después de tanto tiempo le parece algo maravilloso. Mira el reloj y se da cuenta de lo rápido que se había preparado y en contra de la rutina de todos los días decide ir caminando al trabajo y no tomar el colectivo. Le resulta increible nunca haber podido apreciar lo lindo de su ciudad. El aire, las personas, los sonidos. Llega al trabajo, en la radio suena Ella de Bebe:

Hoy vas a ser la mujer
que te dé la gana de ser
hoy te vas a querer
como nadie ta sabido querer
hoy vas a mirar pa’lante
que pa atrás ya te dolió bastante
una mujer valiente, una mujer sonriente
mira como pasa


La siente poesía. Lo que su jefa, aquella mujer mediocre, tenga para decir de ella no le interesa, sus malos tratos son irrelevantes, cansada de llorar y de tener miedo se dice a sí misma que el mundo hoy le pertenece.

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño


Pasadas las 8 horas del trabajo, vuelve a salir. No solo no se toma el colectivo, sino que va a comprarse una lámpara. Aire, personas, sonidos. En el negocio ve miles de modelos y se tienta con el clásico, hasta que ve una lámpara de lava. Es cara, está fuera de lo que suele considerar razonable, pero decide arriesgarse. Volviendo a su casa con su lámpara de lava colo verde flúor pasa por una florería. Una vez en su casa pone las flores en un vaso con agua (no tiene floreros, siempre piensa que son inútiles si no se tiene a alguien que le regale flores) y las pone encima de la mesa del living-comedor. La lámpara va a su cuarto. Abre las ventanas. El ambiente rápidamente está perfumado. Observa de nuevo su pequeño departamento. Se mira al espejo. Se siente hermosa, siente que su hogar, incluso con aquellos muebles de los que tanto se quejó, es el mejor lugar del mundo.

Pone nuevamente el CD de Bebe y suena:

hoy vas conquistar el cielo
sin mirar lo alto que queda del suelo
hoy vas a ser feliz
aunque el invierno sea frio y sea largo, y sea largo…
hoy vas a conseguir
reirte hasta de ti y ver que lo has logrado…
Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
hoy vas a comprender
que el miedo se puede romper con un solo portazo.
hoy vas a hacer reir
porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…
hoy vas a conseguir
reirte hasta de ti y ver que lo has logrado


Por primera vez en su vida no quiere cambiar, QUIERE VIVIR.

2 comentarios:

Style Girl dijo...

Que buen texto, y este fin de semana me estuve sintiendo asi, aunque tengo que reconocer que se lo debo a mis amigos.
Con respecto a mi escrito, no entiendo porqué lo que uno considera superado reaparece cuando menos lo esperas, cuando andas con la guardia baja...menos mal que ya me estoy acostumbrando a decir que no jajaja.
Un beso grande, hace rato que no teniamos contacto jaja.

Lauu dijo...

Muy identificada, hay veces que queres ser otra y simplemente te sale, y otras en las que queres ser todavía más vos, ahí es donde más te querés...

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