domingo, 31 de mayo de 2009

No hay sol. Está opaco.

SEG: (...) Mirá por la ventana y decíme qué hay.
CAR (mirando por la ventana): No lo puedo creer.
SEG: No te pido que te hagás creyente sino que digas lo que hay.
CAR: Hay un fotógrafo de esos que sacan "mirando el pajarito". Está fotografiando a un ciego -sí, lleva bastón blanco- acompañado de su perro.
SEG: ¿Y en la ventana de enfrente?
CAR: Lo de siempre: una bombacha y un corpiño sobre una silla y una sombra que va y viene. Es la sombra de la dactilógrafa.
SEG: ¿Y el sol?
CAR: No hay sol.
SEG: ¿Entonces qué?
CAR: Está opaco.
SEG: ¿Y los espejos que brillaban tan dulcemente?
CAR: También los espejos están opacos.
SEG (abriendo los ojos): Ponéte al lado mío.
Car se pone junto al triciclo.
CAR: Mi amante es más alta que un reloj de péndulo.
SEG: Basta de farsa.
CAR: Mi amante es obscena porque se toca la hora.
SEG: Todos me dicen que tengo una larga, resplandeciente vida por vivir. Pero yo sé que solo tengo mis propias palabras que me vuelven.
CAR: Tantos proyectos que te exaltaban.
SEG: Es tarde para hacerme una máscara.
CAR: Dijiste que querías alabar el frío, la sombra, la disolución; dijiste que mostrarías cómo todos los caminos se abren a la negra liquefacción.
SEG: Ceremonia implacable. Alguien ejecutaba un gesto perfecto que me hechizaba y me daba terror.
CAR: No te entiendo.
SEG: Mi palabra es oscura porque estoy sola.

[Alejandra Pizarnik - Poseidos entre las lilas]

jueves, 28 de mayo de 2009

Las lilas tuvieron la culpa, y es por ellas que estoy condenada.

SEG: ¡Basta!
Macho se asusta, deja de hablar.
FUTERINA: Me estaba contando...
SEG: ¿No han terminado? ¿No terminarán alguna vez? ¿Nunca van a terminar? (Macho pedalea subrepticiamente a fin de alejarse. Futerina permanece inmóvil.) ¿De qué pueden hablar ustedes? ¿De qué puede hablarse todavía? (Toca el silbato. Entra Car.) Tirá estos triciclos y también, de paso, estas cosas que los pedalean.
Car se dirige a los triciclos.
MACHO: Da miedo recordar que se fue niño.
FUTERINA: Las lilas tuvieron la culpa, y es por ellas que estoy condenada.
Car los lleva fuera de la escena.
Pausa.

CAR (regresando): Los encerraré en el fondo. Para vos ya no hay más que sus sombras.
SEG: ¡Malditos! ¡Que no se mueran nunca! ¡Que sólo sueñen con caballos tuertos! (Pausa.) ¿Qué murmuraba la ramera?
CAR: Dijo que las lilas tuvieron la culpa.
SEG: ¿Y a mí qué? ¿Es esto todo?
CAR: No. Dijo que estaba condenada por las lilas.
SEG: ¿Qué dicen del sátiro los diarios?
CAR: Que murió.
SEG: Pero si me gustaba. Hasta recorté su foto. Era fácil advertir que tenía un alma rosa tirando hacia el azul más tierno. Imagino que al conocerme hubiera dicho palabras perfectas. Por ejemplo: "Amiga de agua, amiga del color de la ceniza..."
CAR: ¿Si cambiamos de tema?
SEG: ¿Qué cosa el sexo! Pura psiquis, nada sino psiquis. (Pedalea) Voy a dar la vuelta al mundo. Apartá los obstáculos. (Car lo hace). Esto sí que es vida. Pasearse en triciclo y luego colocarse en el centro del mundo.
CAR (en voz baja): Ya no existe el centro del mundo.
SEG: Necesito un triciclo más confortable, con biblioteca, heladera y ducha. Así podría irme a cualquier lado. A Córdoba, por ejemplo.
CAR: ¿Y por qué a Córdoba?
SEG: ¿Y por qué no a Córdoba?
CAR: No es el único lugar.
SEG: Es verdad. ¿Me querés decir qué haría yo en Córdoba?
CAR: Nada.
SEG: Tenés razón. Ya me harté de Córdoba. ¿Estoy en el centro?
CAR: Más o menos.
SEG:Siempre más o menos. Hemos comido el fruto del árbol del Más o Menos. Buscamos lo absoluto y no encontramos sino cosas.
CAR (fingiendo alegría): ¿Sabés que el sátiro dejó un ramo de cosas en su testamento?
SEG: No me interesan los sátiros. Además no existen.

[Alejandra Pizarnik - Poseídos entre las lilas]

lunes, 25 de mayo de 2009

Araca, corazón, callate un poco...

SEG: La realidad nos ha olvidado y lo malo es que uno no se muere de eso.
CAR: Ya no existe la realidad.
SEG: Sin embargo cumplimos años, perdemos la frescura, las ganas... Perdemos... Car, ¿no es eso la realidad?
CAR: Entonces la realidad no nos ha olvidado.
SEG: ¿Y por qué decís que ya no existe?
CAR: ¿Puede darse algo más triste que esta conversación?
SEG: Quizás es triste porque no hacemos nada.
CAR: No hacemos nada pero lo hacemos mal.
Pausa.
SEG: Creés que sos el único que sufre en este mundo porque quisiste un triciclo y no te lo dieron. ¿Te creés muy importante, verdad?
CAR: Muy.
SEG: Esto no anda. Pensé que criticarme me divertiría.
CAR: Te dejo.
SEG: ¿Tenés que hacer?
CAR: Tengo.
SEG: ¿Hacer qué?
CAR: Mirar el montón de manos de muñecas que hay en la azotea de Angelo, el que fabrica muñecas.
SEG: ¿Y para qué mirar manos sin brazos?
CAR: Miro manos chiquitas para que se apaguen mis rumores (canturrea): "Araca, corazón, calláte un poco..."
SEG: ¿Para qué diablos querés apagar tus rumores?
CAR: Me hablás con desprecio.
SEG: Perdón. (Pausa. Más fuerte). Que conste en los complejos anales de nuestra historia que dije perdón. Y vos, como si nada. No sabés cuánto desprecio a los
que no se interesan por mí.

[Alejandra Pizarnik - Poseídos entre las lilas]

domingo, 24 de mayo de 2009

La vida es una herida antigua...

CAR: Quiero irme, trato de irme.
SEG: No me querés.
CAR: No se trata de eso.
SEG: Antes me querías.
CAR: Recordaré tu palidez legendaria, tu aversión al arrabal...
SEG: Qué vida fácil tenés.
CAR: ¿Y a esto llamás vida?
SEG: Y yo con el corazón olvidado del ritmo, con los pulmones desgarrados, yo tratando de encontrar, sola, a solas, en soledad, encontrar, a fin de pintar, de escribir.
CAR: Pero está el mar, la gente, las estaciones, los suburbios...
SEG: No quisiera pintar ni describir una cara ni un acantilado ni casas ni jardines, sino algo más que todo eso, algo que si yo no lo hiciera visible, sería suna ausencia.
CAR: Si yo fuera escritor describiría (canturrea): el "dramón de la pálida vecina/que ya nunca salió a mirar el tren". ¿No te conmueve esa renuncia al uso de los ojos?
SEG: Que se joda por coger para joderse.
CAR: Cuando entrás en el seno de la obscenidad, nunca más se te ve salir.
SEG: La obscenidad no existe. Existe la herida. El hombre presenta en sí mismo una herida que desgarra todo lo que en él vive, y que tal vez, o seguramente, le causó la misma vida.
CAR (canturreando): "La vida es una herida antigua..."
SEG: Todo, hasta el tango me da la razón. Pero ¿para qué me sirve tanta razón?
CAR (recitando): Amputada de sí misma y de esa clara razón sin la cual somos apenas maniquíes, apenas bestezuelas.
SEG: Qué tango paleolítico.
CAR: Lo trajeron los hermanos Pinzón, o Cabeza de Vaca, o tal vez Cabello y Mesa junto con López y Planes.
SEG: ¿Quiénes son López y Planes?
CAR: Los trillizos que hicieron el himno nacional.
SEG: Mi único país es mi memoria y no tiene himnos.


[Alejandra Pizarnik - Poseidos entre las lilas]

No me ca be tu cha mu yo.-

miércoles, 20 de mayo de 2009

¡Adiós al poeta de las utopías!


“Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida” - Mario Benedetti

Y que bueno que la hubo :)

jueves, 14 de mayo de 2009

The perfect girl - The cure

You're such a strange girl
I think you come from another world
You're such a strange girl
I really don't understand a word
You're such a strange girl
I'd like to shake you around and around
You're such a strange girl
I'd like
To turn you
All upside down

You're such a
Strange girl
The way you look like you do
You're such a strange girl
I want
To be with you

I think I'm falling
I think I'm falling in
I think I'm falling in love with you
With you

miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Cuánto tiempo más llevará?

Por regla general uno a medida que pasa el tiempo va cambiando. “Dale tiempo”, “necesito un tiempo”, “el tiempo todo lo cura”, “Esperá un minuto”. De hecho la definición que encuentro de “tiempo” es: “Magnitud física que permite medir la duración o separación de las cosas sujetas a cambio”.
Pero vos, como siempre, volvés a ser la excepción. No importa el TIEMPO que pase, siempre estás en la misma. Seguís siempre por el mismo lugar y a diferencia de la mayoría no podés (o no querés?) mirar más allá. Con vos es todo espejismo y lo único que da la sensación de ser cierto es más inestable que una mesa de tres patas, con apenas un empujoncito se va todo al carajo. Sin embargo te creés que ya sos todo un adulto, que lo tenés todo bajo control, pero te das cuenta que vas caminando por una cuerda floja, aunque simulando que tenés claro tu objetivo y sabés donde estás. ¿Te digo qué opino? Vayamos de frente y hablemos sinceramente. Todos los que te conocen saben que es cierto, cambiaste. Claramente no estás igual que ayer, pero eso no significa que maduraste. Sí, la vida sigue… pero a mí me parece igual. Al principio quizás era innovador, era original, era diferente, pero la historia continúa y esto yo ya lo vi. Vas por ahí dando la imagen de chico despreocupado cuando la realidad es que “ni siquiera te entregás al viento sin pensar por qué”
Ahora yo me pregunto ¿“Cuánto tiempo más llevará” que crezcas y puedas enfrentar realmente lo que te pasa?

jueves, 7 de mayo de 2009

Lo Fatal - Rubén Darío

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...

miércoles, 6 de mayo de 2009

La creación que se tambalea al borde del caos.

Y el mundo de pronto y a la vez muy lentamente se va achicando. Se vuelve más y más pequeño en comparación a nuestra explosión, implosión de ah… de intimidad. Y vamos enredándonos hasta formar uno solo… una descarga de ah… de amor. Y en una mezcla de lo tuyo y de lo mío se forma lo nuestro y que me vuelve loca y que te vuelve bestia y que nos vuelve… ¿qué? Porque me pierdo cuando nos combinamos en alma, en cuerpo, en carne. Y me amagás con morirme una, otra, otra pero siempre me resucitás con tus caricias que ah… me despiertan. Y es como un fogonazo que recorre… Te recorro… Me recorrés… y nos confundimos y nos mezclamos e intercambiamos. Y la idea de una nueva pequeña muerte que me causa un placer inenarrable, maravilloso, colosal, grandioso e indescriptible.

Filossofiabarata's soundtrack